Frente a la pandemia del COVID-19 se hace necesario
continuar con los tratamientos. Sociedades oncológicas de todo el mundo
establecieron pautas para la atención de los pacientes
Buenos Aires, mayo de 2020. La pandemia del COVID-19 alteró la rutina de tratamiento en los
pacientes con cáncer. Si bien el aislamiento social preventivo es la mejor
medida para evitar la propagación del coronavirus, esto también afectó el
desarrollo de la terapéutica contra el cáncer.
Si bien no se
menciona entre los grupos de riesgo a aquellas personas que hoy son tratadas
por cáncer, cabe recordar que algunas terapias que utilizan inmunosupresores
pueden predisponer al organismo a un mayor riesgo de contraer COVID-19. Sin
embargo, la continuidad de los tratamientos es fundamental.
Así, Cáncer con
Ciencia de la Fundación Sales recuerda que la orientación profesional se vuelve
de extrema importancia para reducir el riesgo de contraer el virus, promoviendo
seguridad, tratamiento y reducir el estrés de los pacientes. Por este motivo,
29 sociedades oncológicas mundiales desarrollaron un protocolo con seis áreas
de implementación.
La primera área
se refiere a los pacientes en general, en donde se hace foco en aquellos que reciben
tratamiento con inmunosupresores. El grado de inmunosupresión depende del tipo
de cáncer, la edad del paciente, el estado físico, comorbilidades, tipo de
terapia y el tiempo transcurrido desde la última terapia.
La segunda área
de recomendación se refiere específicamente a protocolos o cualquier medida
especial que las personas con cáncer deben tomar para evitar la infección por
COVID-19. La mejor manera de prevenir la infección es evitar la exposición al
virus mediante la implementación estrictas medidas de higiene. Además, los
pacientes deben comunicarse con su médico para averiguar más sobre su riesgo
individual. Las medidas higiénicas incluyen lavado frecuente de manos,
desinfección de objetos, evitar manipular objetos en lugares públicos y lavar frutas
y verduras. Las modificaciones de comportamiento incluyen quedarse en su casa,
no reunirse en lugares públicos y no tocar otra gente. Se deben evitar viajes,
visitas domiciliarias no esenciales, el uso del transporte público y la compra
de alimentos no envasados. Se recomienda el uso de una máscara facial, al menos
en lugares con mucha gente, pero no como un reemplazo para otras medidas
preventivas establecidas.
La tercera área
de recomendación reflexiona sobre qué hacer si alguien es sintomático. Los
pacientes con cáncer deben evitar a las personas con una exposición al COVID-19,
infectadas asintomáticas y personas sintomáticas infectadas durante al menos 14
días y hasta que sus síntomas se hayan resuelto. Si un paciente con cáncer
experimenta nuevos síntomas similares al resfriado, debería contactar a su
oncólogo y permanecer en cuarentena.
La cuarta área
de recomendación está relacionada con la salud mental: orientación sobre el
manejo de la ansiedad y el estrés. Se alienta a los pacientes con cáncer a vivir tan saludablemente como puedan. Algunas
recomendaciones incluyen respirar aire fresco, hacer ejercicio físico y
actividades creativas, y pasar tiempo de calidad con sus familias. El descanso,
el sueño y la alimentación saludable son importantes. Los niveles de estrés y
ansiedad de los pacientes son generalmente altos durante la pandemia. Algunas
sugerencias para contrarrestar estos sentimientos negativos incluyen la
comunicación con amigos y familia, participar en actividades agradables,
meditación, yoga y ejercicio físico, comer saludablemente, evitar el exceso exposición
a las noticias y seguir una buena higiene del sueño. Se recomienda consultar a
su médico y delinear un plan de soporte para no abandonar el plan de bienestar
emocional.
Finalmente, la
sexta área de recomendación se refiere a los procedimientos en centros
oncológicos. Pacientes y visitantes que tienen síntomas o han estado expuestos
a una persona infectada no debe visitar su centro oncológico, sino que debe
llamar al consultorio de su médico para recibir más instrucciones. Los
pacientes sintomáticos que llegan al hospital deben usar una máscara facial e
informar sus síntomas a su llegada. Todos los pacientes deben mantenerse a una
distancia segura de otras personas. No se debe concurrir con más de un acompañante.
Los pacientes y visitantes deben lavarse las manos al ingresar y salir del
centro. En el hospital, los pacientes con antecedentes conocidos o sospecha de
COVID-19 deben permanecer en salas separadas. Para aquellos pacientes
internados sin COVID-19, solo debe permitirse un visitante.
Desde hace más
de 40 años la Fundación SALES centra su actividad en el apoyo financiero a
investigadores del CONICET que realizan ciencia básica en el amplio espectro
del cáncer, con recursos provenientes del aporte mensual de más de 110.000
donantes individuales, cifra que refleja el reconocimiento ciudadano a la tarea
del investigador. Además, promueve en forma gratuita grupos de autocuidado para
pacientes con cáncer y sus familiares en donde se trabaja con diferentes
disciplinas para mejorar la calidad de vida de los pacientes y su entorno.
Más información: www.cancerconciencia.org.ar
Javier
Blanco
Mariel
Guzmán
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