Llegan a la tierra, traen mensajes de conciencia y expansión. Traen consigo una gran madurez espiritual. Saben a donde van, y hasta algunos tienen destellos del lugar de donde provienen.Traen enseñanzas, proponen cambios. Tienen una gran misión: recordarnos quienes somos; vienen a despertarnos de los sueños materiales en los cuales nos hemos dormido.Su impulso espiritual los empuja a hacer, a decir y a actuar.
Son los Niños de Hoy, los Nuevos Niños. Grandes seres espirituales jugando a ser niños.El amor los impulsa, buscan cambiar la tierra, cambiar al hombre, transformar la realidad.
Quien quiera reconocer a estos niños, simplemente mírelos a los ojos, su transparencia y pureza desnuda el alma de quien los mira. Miran fijo, de forma sabia y madura.Cuando se está frente a un nuevo niño, la emoción desborda el corazón, dentro se despierta un sensación de reverencia y respeto por él.Igualmente no siempre sucede esto, muchos adultos están tan inmersos en sus mundos de problemas y preocupaciones, que estos niños pasan desapercibidos. Pero aun así ellos actúan, actúan aun más con esas personas. Si sus miradas no encuentran eco, entonces golpearán sus puertas, y si nadie corre a abrirles, permanecerán presentes hasta que alguien los invite a pasar.Pero la espera a veces se hace larga, se hace eterna, y comienzan a olvidar lo que han venido a decir.
La alegría y amor de estos niños puede llegar a cambiar el mundo, pero sus auras se están tiñendo y contaminando, necesitan de nosotros… Ahora es tiempo de abrir los ojos.
Vea al niño que está a su lado, y pregúntese qué vendrá a decirle.MÁS INFORMACIÓN:
Los Niños Índigo o la energía Índigo de los Niños
Los Niños Cristal o la energía Cristal de los Niños
1 comentario:
Cordiales saludos: Mi nombre es Carlos González. He sido profesor de matemáticas y física en la enseñanza secundaria durante 24 cursos. Finalmente, al verme limitado en mi deseo de practicar una enseñanza basada en los nuevos paradigmas, decidí dejar el camino de la enseñanza oficial e iniciar uno nuevo, alternativo al sistema imperante.
Durante años, he podido comprobar como mis alumnos adolescentes enterraban sus sueños hasta hacerlos invisibles. Su entorno les enseñaba que la “seguridad” era lo primero: estábamos creando víctimas. La rabia que sentía ante tal panorama la he trasmutado en creatividad, escribiendo un libro que narra cómo empoderar a los adolescentes:
“Un maestro decide crear un ambiente mágico en su clase para empoderar a sus alumnos. Les ayuda a descubrir los enormes potenciales que habitan en su interior. Les revela un mundo más allá de la mente programada y de las creencias. Para llevar a cabo su proyecto el profesor emplea curiosos trucos...
Los alumnos van resolviendo los enigmas, que el maestro propone de una forma singular. La clase es una creación de todos. El aprender se transforma en una aventura.
Poco a poco, cada alumno se convierte en su propio maestro, en una fuente de conocimiento para él y sus compañeros. La vida se torna mágica: pueden vivirla desde su corazón, sin que las creencias les limiten “
Se plantea un modelo de enseñanza que se basa en descubrir la fuerza interior.
Hoy puede ser ciencia ficción...tal vez una semilla, pero si la nutrimos puede generar una forma totalmente nueva de enseñar, en la que el ser humano deja de sentirse víctima, para sentirse el creador de su propia vida.
Creo que su sensibilidad va en la misma dirección que la mía. Por eso, me atrevo a enviale* mi libro en versión digital. He decidido regalarlo persona a persona o institución a institución. Necesita volar...hacia lugares en los que pueda ser bien acogido. Si lo lee le agradecería cualquier comentario. Todos los amantes de la lectura sabemos que bastan cinco minutos con un libro para saber si es de nuestro interés, sólo le pido ese tiempo. Siéntase libre de enviarlo a las personas o asociaciones a las que este libro pueda ayudar. Gracias por su presencia. Le deseo felices creaciones…
Carlos González
P.D Mi blog es: www.ladanzadelavida12.blogspot.com
* El libro se puede descargar en mi blog
Publicar un comentario