Todas las mujeres en edad fértil y que deseen quedarse embarazadas pueden tomar medidas desde antes de la concepción para aumentar sus probabilidades de tener un bebé sano. Estas medidas incluyen ácido fólico diariamente, junto con otras vitaminas y minerales, adoptar hábitos sanos y realizarse un examen médico antes del embarazo.
Debido a que muchas de las etapas fundamentales en el desarrollo de un bebé tienen lugar antes de que la mujer sepa que está embarazada, tomar estas precauciones permite reducir al mínimo el daño que puedan producir al bebé ciertas infecciones, enfermedades, deficiencias nutricionales y riesgos ambientales.
¿Por qué es recomendable tomar ácido fólico y otras vitaminas y minerales antes del embarazo?
Si se toma antes y durante los primeros meses del embarazo, el ácido fólico puede ayudar a prevenir defectos congénitos graves en el cerebro y en la columna vertebral (llamados defectos del tubo neural) y posiblemente otros defectos congénitos también (como defectos cardíacos, labio leporino y fisuras del paladar).
Generalmente se recomienda a todas las mujeres que puedan quedar embarazadas tomar a diario preparado multivitamínico con 400 microgramos de ácido fólico y consumir una dieta sana que incluya alimentos ricos en ácido fólico (sobre todo frutas y verduras). Ésta es la única manera de asegurarse de proporcionarle al organismo todo el ácido fólico que necesita.
Las mujeres que ya han tenido un bebé con un defecto del tubo neural deben consultar a su médico antes del embarazo para determinar qué cantidad de ácido fólico deben tomar. Varios estudios han demostrado que estas mujeres pueden reducir su riesgo de tener otro bebé afectado en aproximadamente un 70 por ciento tomando una dosis más alta de ácido fólico (4 miligramos). Deben comenzar a tomarlo al menos un mes antes del embarazo y continuar hasta el final del primer trimestre. Las mujeres diabéticas y epilépticas también se exponen a un riesgo mayor de tener un bebé con un defecto del tubo neural. Se recomienda a estas mujeres consultar a su médico antes del embarazo para determinar si deben modificar los medicamentos que toman antes de quedar embarazadas o tomar una dosis más alta de ácido fólico.
Otros suplementos recomendables, y que generalmente son indicados antes del embarazo, son el hierro y el yodo. El hierro es un elemento escaso en la dieta y difícil de absorber, y dado que la mujer tiene pérdidas periódicas de este mineral con la regla, es frecuente que inicie el embarazo con los depósitos prácticamente vacíos. Dado que durante el embarazo las necesidades de hierro se multiplican, tanto por necesidad de la madre de aumentar su volumen sanguíneo, como por la síntesis de los glóbulos rojos fetales, es conveniente iniciar el embarazo con los depósitos llenos, de manera que durante el embarazo no haya déficit de hierro. Por eso, son recomendables los suplementos prenatales.
El yodo es un mineral imprescindible para la síntesis de las hormonas tiroideas, las cuales participan directamente en el desarrollo y maduración del cerebro fetal. Pequeños déficit de yodo, que pueden pasar totalmente inadvertidos para la mujer, pueden dificultar la síntesis de las hormonas tiroideas fetales, lo cual contribuirá a que el cerebro no alcance su máximo desarrollo. Se ha comprobado que las madres que reciben suplementos de yodo antes y durante el embarazo tienen niños más inteligentes que aquellas que no los reciben.
Debido a que muchas de las etapas fundamentales en el desarrollo de un bebé tienen lugar antes de que la mujer sepa que está embarazada, tomar estas precauciones permite reducir al mínimo el daño que puedan producir al bebé ciertas infecciones, enfermedades, deficiencias nutricionales y riesgos ambientales.
¿Por qué es recomendable tomar ácido fólico y otras vitaminas y minerales antes del embarazo?
Si se toma antes y durante los primeros meses del embarazo, el ácido fólico puede ayudar a prevenir defectos congénitos graves en el cerebro y en la columna vertebral (llamados defectos del tubo neural) y posiblemente otros defectos congénitos también (como defectos cardíacos, labio leporino y fisuras del paladar).
Generalmente se recomienda a todas las mujeres que puedan quedar embarazadas tomar a diario preparado multivitamínico con 400 microgramos de ácido fólico y consumir una dieta sana que incluya alimentos ricos en ácido fólico (sobre todo frutas y verduras). Ésta es la única manera de asegurarse de proporcionarle al organismo todo el ácido fólico que necesita.
Las mujeres que ya han tenido un bebé con un defecto del tubo neural deben consultar a su médico antes del embarazo para determinar qué cantidad de ácido fólico deben tomar. Varios estudios han demostrado que estas mujeres pueden reducir su riesgo de tener otro bebé afectado en aproximadamente un 70 por ciento tomando una dosis más alta de ácido fólico (4 miligramos). Deben comenzar a tomarlo al menos un mes antes del embarazo y continuar hasta el final del primer trimestre. Las mujeres diabéticas y epilépticas también se exponen a un riesgo mayor de tener un bebé con un defecto del tubo neural. Se recomienda a estas mujeres consultar a su médico antes del embarazo para determinar si deben modificar los medicamentos que toman antes de quedar embarazadas o tomar una dosis más alta de ácido fólico.
Otros suplementos recomendables, y que generalmente son indicados antes del embarazo, son el hierro y el yodo. El hierro es un elemento escaso en la dieta y difícil de absorber, y dado que la mujer tiene pérdidas periódicas de este mineral con la regla, es frecuente que inicie el embarazo con los depósitos prácticamente vacíos. Dado que durante el embarazo las necesidades de hierro se multiplican, tanto por necesidad de la madre de aumentar su volumen sanguíneo, como por la síntesis de los glóbulos rojos fetales, es conveniente iniciar el embarazo con los depósitos llenos, de manera que durante el embarazo no haya déficit de hierro. Por eso, son recomendables los suplementos prenatales.
El yodo es un mineral imprescindible para la síntesis de las hormonas tiroideas, las cuales participan directamente en el desarrollo y maduración del cerebro fetal. Pequeños déficit de yodo, que pueden pasar totalmente inadvertidos para la mujer, pueden dificultar la síntesis de las hormonas tiroideas fetales, lo cual contribuirá a que el cerebro no alcance su máximo desarrollo. Se ha comprobado que las madres que reciben suplementos de yodo antes y durante el embarazo tienen niños más inteligentes que aquellas que no los reciben.
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