Los resultados del primer ensayo clínico con un fármaco realizado en niños con progeria, una enfermedad rara y mortal de envejecimiento precoz, demuestran la eficacia de un inhibidor de la farnesiltransferasa (IFT), un fármaco desarrollado originalmente para tratar el cáncer.
La
investigación, terminada sólo seis años después de que los científicos
identificaran la causa de la progeria, ha demostrado mejoras
significativas en el aumento de peso, la estructura ósea y, lo que es
más importante, el sistema cardiovascular, de acuerdo con la Progeria
Research Foundation (PRF) y el Boston Children’s Hospital. Los
resultados del estudio han sido publicados en la revista Proceedings of
the National Academy of Sciences.
La progeria, también conocida
como síndrome de progeria de Hutchinson-Gilford (SPHG), se caracteriza
por la aparición de un envejecimiento acelerado en pacientes infantiles.
Todos
los niños con progeria fallecen de la misma enfermedad cardíaca que
afecta a millones de adultos que envejecen en condiciones normales, pero
en lugar de producirse a los 60 ó 70 años de edad, estos niños pueden
sufrir infartos de miocardio y accidente cerebrovascular a los 5 años.
En este contexto, la media de edad de fallecimiento por esta patología se sitúa en torno a los 13 años.
“Descubrir
que algunos aspectos del daño a los vasos sanguíneos en la progeria
pueden no sólo retrasarse con el IFT llamado lonafarnib, sino también
incluso revertirse parcialmente en sólo 2,5 años de tratamiento es un
avance tremendo, porque la enfermedad cardiovascular es la causa última
de la muerte en niños con progeria”, dijo la doctora Leslie Gordon,
autora principal del estudio, directora médico de PRF y madre de un niño
con progeria.
Los resultados del estudio muestran mejorías en los niños con progeria
En
el ensayo farmacológico, que ha durado dos años y medio, han
participado 28 niños de 16 países. Esta cifra representa el 75% de los
casos conocidos de progeria en todo el mundo en el momento en que
comenzó el ensayo. De ellos, 26 son niños que padecen la enfermedad
clásica de progeria. Para llevar a cabo el estudio, los niños viajaron a
Boston cada cuatro meses para someterse a amplias pruebas médicas en la
Unidad de Estudios Clínicos y Translacionales del Boston Children’s
Hospital.
Durante el transcurso del ensayo los niños recibieron
dos veces al día IFT lonafarnib por vía oral, suministrado por Merck
& Co. De esta manera, todos los pacientes estuvieron bajo la
supervisión del investigador principal Mark Kieran, director de
neurooncología médica pediátrica en el Hospital Dana-Farber/Children’s
Cancer Center, de Boston.
El equipo de investigación, que incluyó
especialistas del Hospital Boston Children’s, el Hospital Brigham &
Women’s y el Instituto Oncológico Dana-Farber, evaluó el ritmo de
aumento de peso de los niños en comparación con su peso antes de iniciar
el tratamiento. En este sentido, los niños con progeria experimentan
una importante falta de crecimiento y tienen una tasa de aumento de peso
lineal y muy lento a lo largo del tiempo.
Además, los
investigadores examinaron también la rigidez arterial (un factor
predictivo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular en la
población general), densidad ósea y rigidez (indicadores de
osteoporosis). Todos los niños que terminaron el estudio mostraron
mejoría en la capacidad para ganar peso adicional, aumento de la
flexibilidad de los vasos sanguíneos o mejora de la estructura ósea.
Los resultados del estudio han mostrado mejoría en una o varias de las siguientes áreas:
·
Peso: Uno de cada tres niños mostraron un incremento superior del 50%
en la tasa anual de aumento de peso debido al aumento de la masa
muscular y ósea.
· Estructura ósea: En general, la rigidez
esquelética (que era muy anormal al inicio del ensayo) mejoró a niveles
normales después del tratamiento con IFT.
· Cardiovascular: La
rigidez arterial, fuertemente asociada a aterosclerosis en la población
anciana, disminuyó en un 35%. La densidad de la pared vascular también
mejoró con el tratamiento.
Después del descubrimiento en 2003 del
gen que causa la progeria, los investigadores identificaron los IFT
como posible tratamiento para la progeria. Los niños que padecen esta
patología tienen una mutación genética que produce la proteína
progerina, responsable de la progeria.
Esta proteína bloquea la
función normal de las células y parte de su efecto tóxico sobre el
cuerpo está causado por la molécula llamada “grupo farnesilo,” que se
une a la proteína progerina. En este sentido, los IFT actúan bloqueando
la unión del grupo farnesilo a la progerina.
“En las etapas
iniciales de la planificación para este ensayo clínico, nos dimos cuenta
de que la experiencia de mi equipo en el uso de IFT para tratar a niños
con cáncer cerebral podría unir los esfuerzos de investigación
preclínica de la PRF y la experiencia que necesitábamos para estudiar el
fármaco en niños con progeria,” ha afirmado Kieran.
“La premisa
que había detrás del estudio de este fármaco era que, deteniendo la
unión del grupo farnesilo a la progerina en niños con progeria, la
progerina podría inactivarse, reduciendo algunos de los efectos de la
enfermedad”, ha añadido.
“La PRF supone un modelo para las
organizaciones de investigación de enfermedades y es un buen ejemplo de
investigación trasnacional satisfactoria, que va desde el descubrimiento
de los genes al tratamiento clínico a una velocidad sin precedentes,”
ha matizado el Dr. Kieran.
Desde la fundación de la PRF en 1999,
la organización y sus colaboradores científicos han identificado la
mutación genética que causa la enfermedad, han financiado
investigaciones preclínicas y han avalado ensayos clínicos. Asimismo,
actualmente se está llevando a cabo un segundo ensayo clínico,
financiado por los Institutos Nacionales de la Salud y la PRF.
Según
la Dra. Gordon, “la colaboración entre la Fundación para la
Investigación de la Progeria, el equipo de investigación y estas
valientes familias fue esencial para el éxito”.
“Era necesario
identificar a los niños y a sus médicos de familia en todo el mundo,
obtener la información clínica esencial previa al ensayo, transportar a
las familias a y desde Boston, disponer de traductores tanto dentro como
fuera del hospital y reunir un equipo clínico multidisciplinario para
evaluar los efectos del tratamiento. El esfuerzo ha merecido la pena y
creo que hemos puesto en marcha un proyecto para ensayos de tratamiento
satisfactorios en niños con progeria y otras enfermedades raras”.
“Los
resultados de este estudio suponen para nuestra familia emoción y
esperanza para el futuro de Megan,” dijo Sandy Nighbor, madre de Megan,
una niña de 12 años que participó en el ensayo clínico. “Estamos
agradecidos a la Progeria Research Foundation y a todos los médicos por
su compromiso por ayudar a mi hija y a todos los niños con progeria.”
La progeria vinculada al proceso normal de envejecimiento
Investigaciones
previas demuestran que la progerina se produce también en la población
general y su cantidad aumenta en el cuerpo con la edad.
Varios
estudios han vinculado con éxito la progerina con el envejecimiento
normal, incluyendo un vínculo causal entre la progerina y la
inestabilidad genética, concretamente la disfunción de los telómeros en
el proceso de envejecimiento. Los investigadores tienen previsto seguir
investigando el efecto de los IFT, lo que podría ayudar a los
científicos a saber más sobre la enfermedad cardiovascular, que afecta a
millones de personas, así como el proceso de envejecimiento normal.
“Una
de las razones principales por las que alcanzamos resultados tan
importantes en este primer ensayo se debe al tremendo apoyo de las
personas que nos proporcionaron financiación y nos ayudaron a dar un
paso más para conseguir nuestro objetivo final – una curación para la
progeria,” ha señalado Audrey Gordon, Directora Ejecutiva de PRF.
“Cada
donación es importante. Con apoyo continuado, financiaremos una
investigación que no sólo permitirá a los niños con progeria de todo el
mundo vivir unas vidas largas y sanas, sino que también podría hacer
avanzar nuestros conocimientos del proceso de envejecimiento normal que
nos afecta a todos”, concluyó