BUENOS AIRES (Reuters) - La crisis desatada este año en Argentina por el dengue y la gripe H1N1, enfermedades que afectaron a miles de personas y a la economía, está siendo evaluada desde el miércoles por especialistas del país ante la necesidad de reforzar la vigilancia epidemiológica.
Epidemiólogos de diferentes regiones de Argentina fueron congregados por el Ministerio de Salud tras las graves secuelas que dejó el dengue entre unos 20.000 infectados más otros alrededor de 100.000 contagiados por la pandemia de influenza.
Ambas enfermedades provocaron decenas de muertos, entre estratos sociales bien diferentes.
"Es fundamental fortalecer el área de vigilancia epidemiológica, formar recursos humanos y continuar con la capacitación permanente de quienes ya se encuentran trabajando en este tema", dijo Gabriel Yedlin, subsecretario de Prevención y Control de Riesgo del Ministerio de Salud argentino.
En el primer día del encuentro de especialistas, el funcionario anunció la creación del Escudo Epidemiológico Argentino, que busca fortalecer las capacidades de vigilancia epidemiológica y su control.
El dengue surge en poblaciones que viven en condiciones precarias y que favorecen la proliferación del mosquito, vector de la enfermedad, que también afecta a países limítrofes como Uruguay, Brasil, Paraguay y Bolivia.
Habitualmente se manifiesta sin consecuencias agudas, aunque existe una variedad llamada hemorrágica que puede ser mortal.
En el caso de la gripe H1N1, Argentina fue uno de los países de la región junto a Chile con más muertos, de acuerdo a los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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