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19.12.10
El Chagas está mutando y llega a zonas nuevas por el clima
(La Paz).- En una vivienda de adobe, ubicada en la localidad de Huajchilla, en el municipio paceño de Palca, un grupo de investigadores encontró recientemente una vinchuca, insecto considerado como el vector principal para la trasmisión de la enfermedad de Chagas.
A diferencia de otros años, cuando la vinchuca se desarrollaba exclusivamente en lugares bajos y templados, ahora ha cambiado su hábitat y está adaptándose paulatinamente a otros ambientes, lo que puede deberse al cambio climático, según el investigador en genética y enfermedades infecciosas del L'Institut de Recherche pour le Développement (IRD) Michel Tibayrenc.
La vinchuca se adapta fácilmente a otras zonas, no solamente al calor del trópico, sino que se comprobó que han llegado a la urbe de La Paz, sobre una altitud de 3.700 metros, señaló la especialista en genética de la Facultad de Bioquímica de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) Susana Revollo.
Los insectos transmiten el parásito cuando defecan sobre la picadura que han realizado en la piel de una persona para alimentarse con su sangre.
La bioquímica dijo que, si el vector está en Huajchilla, es un riesgo para la población y mucho más si se considera que probablemente continúe migrando a latitudes más elevadas. Confirmó que otros especialistas iniciaron estudios sobre esta adaptación.
La investigadora recordó que, por ejemplo, hace algunos años se encontraron especímenes en la población de Otawi, que se encuentra a 3.000 metros sobre el nivel del mar.
Los estudios recientes también revelan que existen al menos seis variedades de cepas de Chagas, en todo el país, cada una con efectos diferentes.
Tibayrenc explicó que existen cepas del parásito, conocido científicamente como Trypanosoma cruzi, que varían según la región, por ejemplo, son diferentes los de Santa Cruz a los de Potosí.
Revollo dijo que hay cepas muy características del oriente y otras son muy propias del occidente, en especial en el sector de los Yungas.
Tibayrenc señaló que es posible que, sobre la base de estos seis grupos genéticos hallados, el parásito pueda generar una mayor diversidad genética que influya en la diversidad clínica manifiesta en el paciente, es decir que la enfermedad pueda desarrollarse y derivar en patologías cardiacas, digestivas o mixtas (cardiodigestivas).
Según el especialista, para realizar estos estudios, reunieron unas 600 muestras de varios lugares del país, tomadas desde 1980. Este análisis permitió determinar que, por ejemplo, las cepas de Santa Cruz son mucho más sensibles a los efectos de los insecticidas, mientras que las del occidente son un poco más resistentes.
Estos estudios son un aporte importante, según Jenny Tellería, otra integrante del equipo, especializada en genética y enfermedades infecciosas, debido a que esas variedades biológicas permitirán a los médicos y a los clínicos referir el tipo de tratamiento adecuado que se le dará al paciente.
Revollo explicó, al respecto, que existen casos en los que los infectados no resisten el tratamiento que se les impone, debido a su toxicidad.
El mal puede causar derrames
El mal de Chagas, una enfermedad endémica en Latinoamérica, cada vez tiene una mayor presencia en Estados Unidos y Europa, y es una creciente causa de derrames cerebrales, según un estudio español publicado en la revista médica Lancelot Neurology y divulgado por la agencia Efe.
Los autores del estudio son los doctores Francisco Javier Carod-Artal, del departamento de Neurología del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca, y Joaquín Gascón, del Centro Internacional de Barcelona para la Investigación Sanitaria del Hospital Clínico de Barcelona.
El mal de Chagas es la tercera infección parasitaria más común en el mundo después de la malaria y la esquistosomiasis, y está asociado con enfermedades coronarias.
En el estudio, Carod-Artal y Gascón señalaron que, con el progresivo envejecimiento de las personas que viven en Latinoamérica infectadas con el Trypanosoma cruzi, se espera un aumento de los casos de derrames.
Los autores también aseguraron que los derrames pueden incluso “ser la primera indicación del mal de Chagas en pacientes que no presentan síntomas y aquéllos con una disfunción sistólica moderada, por lo que los pacientes que sufren derrames y proceden de las regiones endémicas deben ser detectados para identificar la infección”.
Los movimientos migratorios de las últimas dos décadas (tanto dentro de Sudamérica como hacia Norteamérica y Europa) han convertido el mal de Chagas “en un ejemplo de enfermedad infecciosa que se está adaptando rápidamente en la era de la globalización”.
Cada año aparecen 220.000 nuevos casos y la dolencia causa la muerte a unas 14.000 personas en el mundo.
“Alrededor de un tercio de los pacientes afectados con la infección del Trypanosoma cruzi desarrollarán lesiones de corazón crónicas”, de acuerdo con el estudio.
Los investigadores estiman que 300.000 latinoamericanos infectados con ese parásito pueden vivir actualmente en Estados Unidos.
Según una investigación realizada en Barcelona, “un 3,4 por ciento de 1.350 mujeres latinoamericanas embarazadas estaban infectadas, así como un 7,3 por ciento de los bebés nacidos de madres infectadas”.
Para destacar
La vinchuca se desarrolla normalmente en sitios domésticos, es decir, en viviendas de adobe en las ciudades o pueblos.
El insecto puede migrar a diferentes sitios, oculto en aves o mamíferos, lo mismo que en algunas frutas, incluso en personas.
Se estima que entre 15 y 17 millones de personas se infectan cada año con la enfermedad de Chagas y mueren 50.000.
En los últimos dos años, este mal endémico de América del Sur fue detectado en países de Europa y Estados Unidos.
Fuente:La Prensa
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