La fibromialgia es una enfermedad crónica caracterizada por rigidez y dolor de músculos, ligamentos y articulaciones. Provoca también, en parte como consecuencia del dolor, alteraciones del sueño: se produce una alteración del ciclo sueño-vigilia, provocando insomnio, pudiendo aparecer también una sintomatología depresiva, ansiedad o rigidez articular.
Pese a ser una de las enfermedades que con mayor frecuencia producen dolores musculares, su causa es desconocida. Los tejidos afectados por el dolor no presentan inflamación u otras alteraciones objetivas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la fibromialgia, desde el año 1992, dentro del reumatismo y es la causa más común de dolor del músculo esquelético generalizado.
Tampoco aparecen lesiones objetivables en los órganos internos, músculos o estructuras óseas. Los dolores asociados con la fibromialgia suelen localizarse en las zonas de mayor desgaste físico. Prevalencia de fibromialgia
La fibromialgia afecta sobre todo a mujeres entre 25-55 años. También, aunque en menor medida, puede afectar a hombres, niños o ancianos.
La fibromialgia puede ser una enfermedad aislada o estar asociada a otros trastornos, normalmente al lupus y a la artritis reumatoide. Como hemos mencionado anteriormente, en España la prevalencia ronda el 2.5 %, variando ésta en otros países a nivel internacional. En las islas británicas la prevalencia es del 1 % mientras que en Estados Unidos la prevalencia supera el 4 %.
En nuestro país la fibromialgia afecta a más de setecientos mil pacientes. Puede aparecer a cualquier edad, aunque generalmente se desarrolla entre los 20-50 años.
Causas de fibromialgia
El principal síntoma de la fibromialgia es el dolor, que no se acompaña de trastornos objetivables en los tejidos. El dolor permanente suele provocar cansancio intenso y deterioro de la calidad de vida del paciente. Las personas afectadas por fibromialgia presentan un umbral del dolor muy por debajo del existente en las personas que no padecen esta enfermedad.
El dolor es bastante generalizado, afectando por ejemplo,al cuello, los hombros, la espalda y los brazos. El dolor permanente altera el ritmo del ciclo sueño-vigilia provocando insomnio y trastornos psíquicos como sintomatología depresiva y ansiedad; también puede provocar rigidez en las articulaciones y sensación de hormigueo en diferentes partes del cuerpo (manos, pies, etc).
Los síntomas que presentan los pacientes, como hemos indicado, son muy diversos, pero como denominador común encontramos el dolor y la fatiga, que son sufridos por más del 90% de los pacientes. Por éstos y otros factores los pacientes se despiertan con una sensación de agotamiento a pesar de haber dormido un número de horas adecuado.
Se está intentando establecer un sustrato común a todos los pacientes con fibromialgia explicable desde el punto de vista psicológico, debido a la falta de evidencias objetivas de alteraciones orgánicas que muestra la enfermedad. Las alteraciones psicopatológicas que presentan estos pacientes pueden variar en cada sujeto, por lo que no se ha podido demostrar si dichos factores psicológicos son la causa o la consecuencia de la enfermedad.
Los trastornos que provoca la fibromialgia en el organismo tienen un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes, deteriorando los distintos ámbitos donde se desenvuelve la persona, tanto a nivel laboral, personal o social. En la exploración física del enfermo no se encuentra ningún hallazgo específico de fibromialgia, cursando el trastorno con síntomas poco específicos.
Existen algunos datos y estudios científicos que tratan de definir la etiología y los mecanismos patogénicos que intervienen en la génesis y evolución de la fibromialgia. Los estudios más recientes se basan en la posibilidad de localizar partes del genoma que condicionen al individuo a padecer la enfermedad.
En cuanto a los mecanismos patogénicos, se han investigado en varios campos: alteraciones musculares, disfunción del eje hipotálamo hipofisario adrenal y del sistema nervioso autónomo o procesos inflamatorios subyacentes, pero los datos más recientes sugieren que existe una alteración de los mecanismos de procesamiento del dolor probablemente debida a un desequilibrio en los neuromoduladores del sistema nervioso central que termina produciendo una mayor sensibilidad al dolor.
Las causas que desencadenan la fibromialgia todavía se desconocen. Los individuos afectados experimentan dolor como respuesta a estímulos que personas que no padecen la enfermedad no percibirían como tales.
Se están encontrando evidencias de la existencia de una respuesta inmune alterada que provoca una disminución del umbral de la sensibilidad algésica (mayor sensibilidad al dolor) en pacientes que padecen este trastorno. Los investigadores han detectado niveles muy elevados de una sustancia química producida por el sistema nervioso (sustancia P) así como de factores de crecimiento en el líquido que recubre el cerebro.
Además de existir niveles elevados de neurotransmisores estimulantes del SNC, los pacientes afectados poseen niveles bajos de serotonina. La serotonina es un neurotransmisor que interviene en el control de la ansiedad y de los estados de ánimo.
Los estudios realizados sobre fibromialgia concluyen que una disregulación en el sistema nervioso central provoca respuestas hiperalgésicas, pudiendo explicar este hecho la alteración de la percepción del dolor.
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