en Web en Blog

Escuchanos por Internet

PARA AGRANDAR CUADROS E IMAGENES, HACER CLIC SOBRE ELLAS

30.1.13

Un modo mecánico de revertir células cancerosas a su estado normal

Se ha demostrado, por vez primera, que usando sólo fuerzas mecánicas se puede revertir y detener el crecimiento descontrolado de células cancerosas. Este cambio se produce aunque sigan presentes las mutaciones genéticas responsables de la malignidad.
Apretar la célula cancerosa, al menos en el caso de las de cáncer de mama, sirve para que vuelva a seguir un patrón de crecimiento normal.
El equipo de Daniel Fletcher, de la Universidad de California en Berkeley y del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (Berkeley Lab), en Estados Unidos, ha comprobado que la organización del tejido es sensible a acciones mecánicas ejercidas desde el entorno en las etapas iniciales del crecimiento y desarrollo. Una acción temprana, en la forma de compresión, parece hacer que estas células malignas vuelvan a seguir el camino correcto.
A lo largo de la vida de una mujer, el tejido mamario crece, se encoge y se desplaza de manera muy organizada como respuesta a cambios en su ciclo reproductivo. Por ejemplo, cuando se forman las estructuras que secretan leche durante la lactancia, las células mamarias sanas se adaptan a la nueva situación a medida que forman una estructura organizada. Y, sobre todo, las células dejan de crecer cuando deben hacerlo.
Aunque la perspectiva científica tradicional del desarrollo del cáncer se centra en las mutaciones genéticas dentro de la célula, Mina Bissell, del Berkeley Lab, ya realizó experimentos pioneros que mostraron que una célula maligna no está condenada a forjar un tumor, sino que su destino depende de su interacción con el microambiente circundante. Sus experimentos mostraron que la manipulación de este ambiente, mediante la introducción de inhibidores bioquímicos, podía hacer que células mamarias mutadas pasaran a comportarse de forma normal.
El trabajo más reciente del laboratorio de Fletcher, en colaboración con el laboratorio de Bissell, da un gran paso adelante al introducir el concepto de las influencias mecánicas sobre el crecimiento de células cancerosas.


Colonias de células epiteliales mamarias malignas no comprimidas, a la izquierda, y comprimidas, a la derecha. Las colonias sometidas a fuerzas de compresión son más pequeñas y más organizadas. (Imagen: Cortesía del laboratorio de Fletcher

"La gente ha conocido desde hace siglos que la fuerza física puede influir en nuestros cuerpos", razona Gautham Venugopalan, del equipo de investigación. "Cuando levantamos pesas, nuestros músculos crecen. La fuerza de gravedad es esencial para mantener nuestros huesos fuertes. Aquí demostramos que la fuerza física puede intervenir en el crecimiento, y reversión, de células cancerosas".
En los experimentos con células mamarias cancerosas, se logró, entre otras cosas, que esas células dejaran de crecer una vez formada la estructura del tejido mamario, a pesar de no seguirse aplicando la fuerza de compresión.
"Las células malignas no han olvidado por completo cómo ser sanas; sólo necesitan las señales correctas que las guíen hacia un patrón de crecimiento saludable", declara Venugopalan.
Esas células humanas de cáncer de mama que crecieron en el laboratorio, sobre una matriz extracelular tridimensional, regresaron a un fenotipo normal al ser sometidas a una fuerza de compresión aplicada por una cámara elástica. Esta "reversión fenotípica" se logró sin usar agentes farmacológicos.
Conviene aclarar que los investigadores no proponen el desarrollo de sujetadores compresores como tratamiento para el cáncer de mama. Los resultados de la investigación señalan tan solo nuevas direcciones para explorar, en relación con las moléculas y estructuras que a la postre podrían ser objetivos de terapias específicas.

No hay comentarios.:

Seguidores

Translate

Vistas a la página totales


en Web en Blog