Además del tratamiento local y sistémico, un pilar del abordaje pasa por evitar los factores que puedan desencadenarla o agravarla como el sol, las fuentes directas de calor, los cambios bruscos de temperatura, las bebidas y comidas muy calientes, los picantes y las bebidas alcohólicas.
La rosácea es una afección crónica y muy frecuente que se caracteriza por el enrojecimiento facial súbito y la presencia de telangiectasias (vasos sanguíneos dilatados) sobre todo en las mejillas. También puede ir acompañada por pápulas y pústulas (similares a los granitos).
Si bien todos y todas pueden padecerla –y por ende ver afectada su vida social y de relación debido fundamentalmente a la falta de control sobre los brotes que hacen que esta condición se vuelva más notoria y visible-, lo cierto es que su prevalencia es mayor en el sexo femenino, y entre la segunda y tercera década de vida.
Aunque debido a que se trata de una patología crónica no es posible curarla, sí existen diversas herramientas que permiten controlar la rosácea para disminuir su impacto.
“Esto es muy importante porque al controlar el cuadro es posible brindarle a los pacientes una vida normal. Tenemos que pensar que la rosácea afecta al 10% de la población y que cuando se presenta en hombres suele generar un compromiso más severo. En caso que esto ocurra la patología excede la manifestación única en el rostro para afectar también el globo ocular o generar el engrosamiento de la piel de la nariz (cuadro conocido como ‘nariz de payaso’)”, sintetizó la Dra. Ana de Pablo, dermatóloga del Hospital Universitario Austral (HUA).
“Lo fundamental para manejarla entonces –continuó la Dra.- es evitar los factores que la desencadenan o agravan. Entre éstos se cuentan el sol, las fuentes directas de calor, los cambios bruscos de temperatura, las bebidas y comidas muy calientes o picantes y las bebidas alcohólicas”.
Por otro lado, está disponible el tratamiento local que incluye la puesta en marcha de medidas de cuidado y descongestivas que suelen ir acompañadas por el uso de cosméticos y cosmecéuticos.
Finalmente, existe la posibilidad de dar curso al tratamiento sistémico basado en medicamentos de vía oral o antibióticos. “En cualquier caso siempre hay que contemplar e indicar a los pacientes la utilización de protectores solares”, agregó la especialista del HUA.
Dos datos:
De acuerdo con una encuesta realizada por la National Rosacea Society de Estados Unidos, como consecuencia de esta patología el 76% de los pacientes sufre de baja autoestima y falta de confianza.
Por otra parte, el 70% de las personas con rosácea severa, se siente afectado negativamente en el ámbito profesional.
Contacto: Dra. Ana de Pablo: ADEPABLO@cas.austral.edu.ar
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