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20.12.12

“RAMÓN CARRILLO SE SENTIRÍA ORGULLOSO DE LA MARCHA DEL PROYECTO NACIONAL Y POPULAR”, DIJO MANZUR

Hoy se cumplen 56 años de su fallecimiento
 
 
El titular de la cartera sanitaria nacional recordó al primer ministro
de Salud Pública del país. “No sólo fue un gran médico y profesor,
sino que gestó una auténtica revolución sanitaria”.
 
“Si hoy pudiera ver la situación sanitaria de Argentina, Ramón Carrillo seguramente se sentiría orgulloso de la marcha del proyecto nacional y popular iniciado en 2003” , expresó el ministro de Salud de la Nación , Juan Manzur, al recordar que hoy se cumplen 56 años del fallecimiento “de quien fuera nuestro primer ministro de Salud Pública, que no sólo fue un gran médico y profesor, sino que gestó una auténtica revolución sanitaria en el país”.
“Quienes conocemos y valoramos su obra, consideramos a Carrillo como el gran prócer del sanitarismo argentino, porque fue él quien a mediados del siglo pasado puso en marcha un proceso a través del cual los beneficios de los avances científicos comenzaron a llegar a sectores de la población que prácticamente desconocían la existencia del derecho a la salud. Con humildad y trabajo, quienes integramos el proyecto político que gobierna el país desde 2003 dedicamos todo nuestro esfuerzo a seguir el ejemplo de Carrillo”, dijo el funcionario luego de participar en la Casa de Gobierno junto a su par de Planificación, Julio De Vido, de un encuentro con intendentes y delegados comunales de Entre Ríos en el marco del plan "Más cerca: más municipio, mejor país, más patria".
Carrillo nació el 7 de marzo de 1906 en un hogar humilde de la ciudad de Santiago del Estero, se recibió de médico en Buenos Aires, completó su formación en Europa y falleció el 20 de diciembre de 1956, pobre, enfermo y exiliado en Belem do Pará, en el norte de Brasil.
El 17 de octubre de 1945, la fecha en que el peronismo irrumpió en la vida política argentina, el médico ocupaba la jefatura del Servicio de Neurología del Hospital Militar, desde donde al año siguiente presenció la llegada al poder de Juan Domingo Perón, quien le propuso quedar al frente de la Secretaría de Salud Pública. Desde ese organismo, que en 1949 se convertiría en el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de la Nación , Carrillo creó y puso en marcha el Plan Analítico de Salud Pública, que permitió identificar problemas como la falta de camas en los hospitales y el deterioro de las instalaciones sanitarias, además de la inexistencia de insumos y personal calificado.
Durante su gestión, entre 1946 y 1954, se duplicó el número de camas hospitalarias existentes en el país, al pasar de 66.300 a unas 132.000. Además, en apenas dos años, con campañas sumamente agresivas se logró erradicar una enfermedad endémica como el paludismo, prácticamente desapareció la sífilis y las enfermedades venéreas, mientras que el índice de mortalidad por tuberculosis disminuyó de 130 a 36 por cien mil. También se consiguió terminar con epidemias como el tifus y la brucelosis, en tanto que la mortalidad infantil se redujo drásticamente, de 90 a 56 por mil.
Carrillo basó el rol del Estado en materia sanitaria sobre tres pilares: medicina preventiva, medicina social y atención materno-infantil. Además, elaboró un diseño arquitectónico desconocido en el país y bajo ese concepto se crearon 234 hospitales o policlínicos gratuitos espaciosos y funcionales.
Otro de los legados del neurocirujano y neurobiólogo que se mantienen hasta hoy es la división de Argentina en regiones sanitarias, lo que contribuyó a desarrollar una estrategia específica para cada zona a partir de la centralización normativa y la descentralización ejecutiva.
Tras el derrocamiento de Perón, en 1955, la dictadura instalada bajo la falaz denominación de Revolución Libertadora lo acusó de enriquecimiento ilícito y, a pesar de que el sanitarista justificó todos sus bienes, sufrió confiscaciones y una persecución que le obligó a abandonar el país para trabajar en Brasil, donde falleció a los 50 años.
“Las infamias de las que fue víctima este gran médico y profesor continuaron incluso luego de su desaparición física, como ocurrió con muchos de los que estuvieron comprometidos desde sus orígenes con el peronismo. Aunque en forma tardía, el reconocimiento llegó, tanto durante el tercer gobierno de Perón (1973-1974) como en 2006, que fue declarado por el Gobierno Nacional como ‘Año de Homenaje a Ramón Carrillo’”, especificó Manzur.
El ministro de Salud de la Nación concluyó: “Si bien hay centenares de frases vertidas por este hombre extraordinario que valen la pena rescatar del olvido, hay una que quizás sintetice como ninguna su pensamiento: ´Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres causas’".
 
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Buenos Aires, 20 de diciembre de 2012
Coordinación General de Información Pública y Comunicación
Ministerio de Salud de la Nación
Tel.: (011) 4379 – 9038 / Email: prensa@msal.gov.ar
www.twitter.com/msalnacion

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